La tecnología consta de un software interactivo y un globo ocular simulado intercambiable, 10 veces más grande que el ojo humano, en el cual los estudiantes y/o profesionales de esta área de la salud, pueden reconstruir, recrear, diagnosticar y corregir defectos visuales e identificar signos del fondo de ojo originados por enfermedades como la diabetes, la hipertensión u otras patologías.
El simulador ocular ayuda a los docentes en el entrenamiento controlado, preciso y autónomo en las prácticas de retinoscopía y oftalmoscopía sin uso de pacientes, también ayuda a desarrollar destrezas para la identificación de patologías y defectos visuales poco frecuentes, lo cual disminuye el tiempo de atención en consulta, apoyando la entrega de información clara al paciente sobre su estado visual.